El miércoles 4 de octubre, a partir de las 20h en Lanónima hablamos sobre cuidados y cambio social a partir del libro de Carolina León 'Trincheras permanentes', editado por Pepitas de Calabaza
La autora está acompañada por Juan Lara...
La revolución es una cosa muy complicada, es verdad, pero más
complicado aún es enfocar qué retaguardias concretas sostienen la
revolución, qué cuidados habilitan o qué política es capaz de trascender
en las vidas de quienes la producen, cuando se cuida a otros. O, desde
otro punto de vista, qué demonios pasa con esas retaguardias cuando todo
parece en calma. Un día se juntaron, a ver si se entendían, dos grupos
de ideas aparentemente separadas: política, militancia, activismo,
organización, que iban por un lado, y reproducción, vida, cuidados,
afectos, sostenimiento, que venían por otro. Y tenían cosas que decirse.
Sobre todo tenían cosas que preguntarse. ¿Esto de la política es para
cualquiera, de verdad? ¿Dónde están los cuidados cuando se los necesita?
¿Bajo qué condiciones, quién sostiene la política? ¿Se puede, por
tanto, priorizar todo aquello que siempre ha estado en segundo plano? La
ola de movilizaciones que llegó a partir del 15m sirvió para poner al
trasluz las condiciones de reproducción de la política en la calle y en
otro tipo de espacios. Y a partir de ahí surgió este libro, que indaga
en las intersecciones entre política y cuidados.
A medio camino
entre la crónica, la escritura autobiográfica y la reflexión política y
social, este necesario libro indaga —por medio de algunas experiencias,
personales y colectivas, que funcionan como metáforas abiertas— en
todas esas cuestiones para ponerlas, por fin, sobre la mesa.
[...] Hay, objetivamente, una vanguardia discursiva y otro montón de
experiencias al otro lado. En las largas conversaciones que dieron lugar
a este libro, lo que emergió de facto es que la perspectiva de los
cuidados puede no tener literatura, que tratarlos obliga a atender a un
millón de pequeños problemas privados, pero también que esos cuidados
demandan hacerse públicos. En el trayecto, quizá he encontrado la
grieta. Y ha sido en ese lugar llamado escritura, en el que lo privado
colisiona con lo público, en el que tuve que seleccionar entre infinidad
de detalles preguntándome qué debía y qué no debía contarse, donde creí
comprender que las experiencias personales e intrascendentes pueden,
definitivamente, transformarse en algo mucho más amplio. Esa escritura
es la que me ha hecho encontrar el verdadero parentesco entre la
política y los cuidados. [...]